
Prevención del Abuso de Sustancias.
En 2022, la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SAMHSA) financió 25 premios para su Programa de Subvenciones de Reducción de Daños inaugural. La reducción de daños está integrada en todo el continuum de prevención, tratamiento y recuperación, con un modelo de servicio que es estratégico, práctico y transformador.
SAMHSA define la reducción de daños como un enfoque práctico y transformador que incorpora estrategias de salud pública impulsadas por la comunidad —incluyendo prevención, reducción de riesgos y promoción de la salud— para empoderar a las personas que usan drogas y sus familias con la opción de vivir vidas más saludables, autodirigidas y con propósito. La reducción de daños centra la experiencia vivida, especialmente la de aquellos en comunidades desatendidas, en estas estrategias y las prácticas que se derivan de ellas.
En 2022 y 2023, el personal de SAMHSA visitó 15 receptores de subvenciones de reducción de daños en estados con el mayor número de estos beneficiarios (California, Nueva York, Texas y Florida). Las visitas al sitio tenían como objetivo mejorar la relación con el personal clave de los programas de subvenciones, proporcionar apoyo programático, observar los modelos de prestación de servicios, interactuar con miembros de la comunidad local y ampliar el conocimiento práctico de la implementación del programa.
Visitar sitios financiados por SAMHSA en diversos contextos nos permitió presenciar las muchas formas en que los enfoques impulsados por la comunidad y centrados en la persona han ampliado el acceso a los servicios de reducción de daños. Mi principal conclusión de nuestras visitas: es importante para SAMHSA apoyar a las personas que se presentan todos los días en sus comunidades para llevar a cabo nuestra misión compartida. Lo que más resuena conmigo es la promesa que ofrece la reducción de daños: ayudar a abordar las brechas (en desigualdades y circunstancias) que colocan a muchas personas en mayor riesgo de sobredosis y enfermedades infecciosas.
Al hacer trabajo de reducción de daños, es importante que todos tengamos en cuenta que las experiencias de vida de los individuos son únicas, complejas y dinámicas. Como una analogía útil, piense en comparar a las personas con cerraduras combinadas: al igual que cada cerradura tiene un código diferente (compuesto por varios números), cada persona tiene un código diferente (compuesto por una variedad de condiciones ambientales, factores económicos, sistemas de apoyo personal y experiencias de vida, como experiencias adversas en la infancia y trauma). Al igual que las personas, las cerraduras combinadas requieren información específica para desbloquearlas. Cada persona posee los detalles necesarios para informar sobre las estrategias de reducción de daños y las intervenciones más adecuadas para apoyarlas. Escuchar, con humildad cultural, ayuda a aprender el código.
La reducción de daños es un pilar clave en la Estrategia de Prevención de Sobredosis del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. y está incorporada en el Plan Estratégico de SAMHSA. La reducción de daños promueve una filosofía de esperanza y curación. Es un componente esencial de una estrategia integral (que incluye prevención, tratamiento, recuperación y promoción de la salud) para prevenir sobredosis y salvar vidas.
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